Tus pasos hijos del silencio,
van santamente encaminados
al lecho de mi vigilancia,
con lentitud, mudos y helados.
Vienes a mi, sombra divina,
¡qué dulces son tus pasos mudos!
Todos los dones que adivino
vienen a mi en tus pies desnudos.
Si con tus labios te me acercas,
tu vienes para apaciguar
al habitante de mis sueños
que con tus besos nutrirás.
No te retrases, tu dulzura
en vilo estoy siempre esperando,
por que en tu espera solo vivo,
mi corazón esta en tus pasos.
-Valery,Paul. "La aurora de una nueva era poetica"
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